Jacob Aquino Muñoz.
30 de septiembre de 2013.
Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas, no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan a cambios trascendentales. Mahatma Gandhi, político y pensador indio.
La reforma educativa se puso en marcha con la iniciativa de reforma a los artículos 3 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, presentada por el Presidente Peña Nieto, dentro del marco de los acuerdos y compromisos establecidos en el Pacto por México.
La iniciativa fue aprobada por la Cámara de Diputados el 20 de diciembre de 2012 y por el Senado de la República el 21 de diciembre del mismo año. El 25 febrero de 2013, la reforma fue promulgada por el Ejecutivo y publicada al día siguiente en el Diario Oficial de la Federación.
Un indicador de la seriedad con que se viene impulsando la reforma educativa, se dio ese mismo día, el 26 de febrero con la detención y encarcelamiento de la maestra Elba Esther Gordillo, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), por el delito de operación con recursos de procedencia ilícita.
Este primer mensaje no fue leído ni procesado por los maestros, sino todo lo contrario, como en Chiapas, donde al ver la debilidad del SNTE, la organización antagónica, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la educación (CNTE), aprovechó para controlar la sección sindical en esta entidad.
Con la pérdida del control de la sección sindical, la SNTE de Chiapas ya no parece estar alineada a las decisiones de sus líderes nacionales. Con ello, la división histórica de ambas organizaciones sindicales de los maestros se ha ido diluyendo. Ahora ambas organizaciones sindicales están más unidas que nunca, hay identificación y causa común, luchando contra la reforma educativa.
Las reformas constitucionales crearon el Sistema Nacional de Evaluación Educativa y del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, con lo cual se podrá evaluar la calidad, el desempeño y resultados del sistema educativo nacional en la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior. En este tema está el meollo del rechazo magisterial.
Las reformas constitucionales requirieron de leyes secundarias, las cuales se incorporaron en la Ley General de Educación, en la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y en la Ley General del Servicio Profesional Docente. Estas leyes fueron discutidas y aprobadas por el Congreso de la Unión y se promulgaron el pasado 10 de septiembre.
Desde un antes de la promulgación, los maestros decidieron recrudecer sus acciones de rechazo y se fueron al plantón que se mantiene hasta en este momentos en varias entidades del país. En todo este tiempo y a través de todas las formas de manifestación utilizadas, los maestros no han tenido los resultados que ellos esperan. Las autoridades no han dado ni un paso atrás en esta materia.
En más de un mes de plantón y manifestaciones, el desgaste del movimiento magisterial es ya evidente. En algunas entidades, como Veracruz, los maestros ya tiraron la toalla y convinieron con las autoridades la reanudación de clases y la devolución de los salarios descontados durante el paro.
En las entidades dominadas por el CNTE, como Chiapas y Oaxaca, además del Distrito Federal, las jornadas de oposición magisterial no parecen dar visos de disminución. Las autoridades estatales están supeditadas a las negociaciones que realicen las autoridades federales.
Mientras no haya acuerdo nacional, difícilmente se dará una solución particular en Chiapas, por más amenazas de despidos, descuentos y sustituciones de maestros que las autoridades locales realicen. Tampoco los llamados a los acuerdos y a las negociaciones tendrán el eco deseado. Solamente, el cansancio o el convencimiento de los maestros podrán generar alguna solución local antes que a nivel nacional.
Esa situación debería ser del amplio conocimiento de la sociedad, la cual, además de la paralización de clases, está sufriendo las consecuencias de las manifestaciones de inconformidad de los maestros.
También, la sociedad deberá saber y, sobre todo, asimilar, que el rechazo magisterial a la reforma educativa será por mucho tiempo más, aun cuando termine el plantón y se reanuden las clases.
La reforma educativa dará pauta a una lucha magisterial permanente. El Presidente Peña Nieto ha dicho que los frutos de la reforma educativa se verán en seis o siete años más.
Serán seis o siete años más de una lucha magisterial permanente. Los niños, cuando los van a inyectar, no dejan de patalear hasta que les sacan la jeringa. Igual pasará con los maestros.
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Artículo publicado en "Es Diario Popular". http://www.esdiario.com.mx/opinion/15696-lo-que-viene-de-la-reforma-educativa