SOCIEDAD MADURA

Jacob Aquino Muñoz.

16 de septiembre de 2013.

Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos. Albert Einstein.

Poco a poco, la paciencia de las autoridades federales y estatales se va agotando y con ello también las opciones de la política, para responder a las movilizaciones magisteriales que luchan contra la reforma educativa.

Las gotas que colmaron el vaso de la tolerancia institucional se empezaron a derramar el día jueves pasado, cuando una comisión de maestros, que pretendía hablar con el Presidente de la República en Los Pinos, fue atendida por funcionarios de gobernación. 

Por esa situación, y por no obtener los acuerdos esperados, los maestros decidieron bloquear el periférico de la ciudad de México, acción que no les fue permitida por las fuerzas policiacas. La confrontación estuvo cerca de tener resultados fatales, pero afortunadamente no sucedió así.

Adicionalmente, la Secretaría de Gobernación dio un ultimátum a los maestros para que abandonarán la plancha del zócalo capitalino, con el objeto de permitir los espacios para la celebración de los festejos patrios. El plazo dado por la Secretaría de Gobernación a los maestros venció a las 16 horas del viernes pasado. A partir de esa hora, la policía federal empezó el desalojo de los maestros. Esta acción tardó aproximadamente una hora.

Algunos maestros evitaron las confrontaciones y empezaron a emigrar voluntariamente, antes de la hora del desalojo, hacia el monumento de La Revolución, donde instalaron su nuevo plantón, pero hubo otros que prefirieron las confrontaciones con la policía. En su edición del día sábado, el Diario La Jornada informó de 32 detenidos.

Mientras eso sucedía el viernes por la tarde en la capital del país, en Tuxtla Gutiérrez se inició un despliegue de grandes cantidades de elementos de la policía estatal hacia el parque central capitalino. No hubo ningún comunicado a los maestros de los objetivos de esas acciones, mucho menos a la ciudadanía que rápidamente empezó a inundar las redes sociales con información y comentarios al respecto. 

Recordemos que a nivel federal, la Secretaría de Gobernación informó con suficiente tiempo que llevaría a cabo el desalojo del zócalo capitalino, para que la ciudadanía estuviera enterada y de alguna forma también evitará su presencia en esas zonas. También recomendaron a los comercios de la zona cerrar sus cortinas para evitar posibles daños a sus instalaciones. Con ese comunicado, hecho con suficiente antelación, se evitaron mayores confrontaciones durante el desalojo, en virtud de que muchos maestros plantonistas se retiraron por su propia voluntad hacia el lugar de nuevo su campamento.

En Chiapas no sucedió así. Igual que en el caso de la intervención de las fuerzas policiacas en Venustiano Carranza y en el Congreso Magisterial, volvió a fallar la comunicación del Gobierno del Estado. No hubo comunicado alguno sobre las acciones que se desarrollarían en la capital tuxtleca y la alarma cundió y también el pánico, no solo entre los maestros sino también entre toda la ciudadanía en general.

Al no tener ninguna información oficial, las redes sociales dieron la suya sobre el despliegue policiaco en la capital tuxtleca. Como ha sucedido anteriormente, la información que corrió en las redes sociales fue verdadera en algunos casos, ficticias en otros y hubo también aquellas informaciones mal intencionadas. 

La parte más creíble de la información se acompañó con fotografías y videos subidos a las redes sociales. En ellas de demostraban, sin lugar a dudas, la llegada de los contingentes policiacos y la forma en que empezaron a rodear el Palacio del Gobierno del Estado. Hubo, según las fotos, contactos cercanos entre policías y maestros, pero sin llegar a la confrontación. Se observó que los toletes policiacos estuvieron cerca de los garrotes magisteriales. 

Posteriormente al enorme despliegue policiaco y del descontrol informativo en las redes sociales, el Gobierno del Estado emitió un boletín en donde se informó del logro de un acuerdo, donde los maestros aceptaron retirarse “voluntariamente” de la plancha del parque central de la capital chiapaneca.

Difícil de creer sobre la veracidad de ese retiro “voluntario” de los maestros, cuando antes, toda la ciudadanía ya había sido enterada por las redes sociales del despliegue policiaco. Otra situación se hubiera generado en la credibilidad de la gente, si hubiese obtenido oportunamente la información oficial. 

Definitivamente, las autoridades tienen que convencerse de que la ciudadanía chiapaneca ya es adulta, que es una sociedad pensante y cada vez más actuante. Las redes sociales le han ido madurando su carácter y su comportamiento. 

Si la sociedad está madurando quiere que también lo haga el gobierno, que le hable claro sobre los propósitos de sus actos. Ya no caben, en esta era de la información, las mentiras piadosas. El gobierno federal lo ha entendido. En el nivel local, desafortunadamente, aún no. Consideramos que es tiempo de avanzar.

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Artículo también publicado en "ES Diario Popular" http://www.esdiario.com.mx/opinion/15435-sociedad-madura