Jacob Aquino Muñoz.
24 de septiembre de 2013.
Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder detenga al poder. Montesquieu, escritor y político francés.
Las autoridades de Chiapas mantienen ante el movimiento magisterial una extraña y errática estrategia, conformada por amenazas sin cumplir y llamados al diálogo y la negociación sin respuestas.
El que piensa públicamente debe actuar, porque en cada amenaza incumplida, el movimiento magisterial palpa la debilidad gubernamental. De esa forma, el movimiento magisterial se fortalece y, cada día que pasa, se va adueñando de la agenda política en la entidad. Por el momento, ellos la dictan y la imponen.
Desde el 29 de agosto pasado, las autoridades educativas estatales empezaron a informar que a partir del 2 de septiembre iniciarían la sustitución de maestros chiapanecos que acumulasen tres faltas consecutivas. Ya pasaron más de 20 días y ningún maestro ha sido aún sustituido.
También, en esa misma fecha, las autoridades estatales manifestaron que los maestros que no asistieran a clases no recibirían su salario. Además reiteraron que ese punto no estaría sujeto a una negociación política ni mucho menos a resarcir los días laborales que los maestros no trabajaron.
Cabe destacarse, que muchos maestros no asistieron a dar clases desde el 13 de agosto pasado, fecha que dio inicio el plantón magisterial. A estos maestros y los demás que se sumaron días después, ya se les había pagado anticipadamente su sueldo del mes de agosto, por lo que no hubo forma de aplicarles el descuento anunciado.
Posteriormente, el 17 de septiembre, las autoridades educativas informaron que habían descontado 18 millones de pesos a 10 mil maestros chiapanecos que pararon labores. Según esta información, descontaron en promedio mil ochocientos pesos a cada maestro parista. Una cantidad irrisoria, porque seguramente no comprende ni siquiera la totalidad del sueldo de la primera quincena de septiembre.
Para acabar de completar la errática estrategia, días después las autoridades estatales informaban que a los maestros se les devolvería el sueldo descontado, siempre y cuando se comprometieran a reponer los días de clases perdidos. Por parte del magisterio no hubo respuesta, mucho menos compromiso.
El día de ayer 23 de septiembre, según un boletín gubernamental, la Secretaría de Educación del Estado entregó órdenes de presentación a más de 200 docentes interinos, quienes a partir de este lunes darían clases en cumplimiento estricto al derecho de cubrir los espacios ausentes y dar continuidad al servicio educativo. En la fotografía que acompaña a dicho boletín, se observan a una cantidad de jóvenes concentrados en un auditorio.
No quiero ni pensar lo que le pasará a estos 200 jóvenes maestros sustitutos si son encontrados en las aulas de clases, por los maestros paristas. Podría haber mucha violencia, sangre, lesionados, inclusive, hasta posibles homicidios.
Por eso mismo, por mi pesimista visión del futuro, no es posible entender que las autoridades educativas decidan mandar al “matadero” a estos pobres muchachos. Ojalá que se trate, como todo lo hecho anteriormente, de un show más de intimidación a los maestros parista.
Aun cuando solo sea un show, los 200 jóvenes maestros sustitutos que fueron acreditados por las autoridades educativas, saldrán lastimados en sus esperanzas de obtener un puesto de maestro, porque seguramente solo les darán las gracias o quizás ni siquiera eso.
Con todo este errático proceder de las autoridades educativas, el movimiento magisterial en paro se fortalece y se adueña de la agenda política en Chiapas.
Por ahora, los maestros chiapanecos dictan no solo la agenda educativa, sino la de toda la sociedad, estableciendo el ritmo y la forma que todos los ciudadanos debemos bailar durante las expresiones de sus libertades para manifestarse.
La libertad no supone que un ciudadano pueda ejercerla sin tener en cuenta las leyes que la enmarcan y decidir que puede transgredir el derecho de todos los demás. Si eso sucede, los ciudadanos son criaturas aplastadas por el poder de una minoría. Es el poder más peligroso, porque es el poder del que manda, no del que gobierna.
La libertad no puede significar libertinaje ni caos, pero mientras sean dueños de la agenda política, los maestros paristas son los que mandan en Chiapas Con ese poder, el movimiento magisterial seguirá sumando más fuerza y más debilidad en el gobierno.
Este panorama de resultados de Chiapas, son malas señales que impiden visualizar el mejor futuro a la reforma educativa, cuando tengan que despedir a los maestros que no logren pasar las evaluaciones. Si ahora no se atreven a despedir a ningún maestro, tampoco se atreverán hacerlo en el futuro. Esa es la percepción que están enviando.
Página web http://letrasvivas.com.mx/Wordpress/
Artículo también es publicado en "Es Diario Popular" http://www.esdiario.com.mx/opinion/15572-magisterio-dicta-la-agenda-en-chiapas
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