jueves, 22 de agosto de 2013

LAS PIEDRAS DEL CAMINO ENERGÉTICO

Jacob Aquino Muñoz.

22 de agosto de 2013.

El hombre se descubre cuando se mide con un obstáculo. Antoine de Saint-Exupery (1900-1944) Escritor francés.

El 15 de agosto pasado, publiqué un artículo denominado “las reformas que vienen”, en donde concluí que la reforma energética será una moneda de cambio que manejarán los partidos políticos, para hacer avanzar sus propuestas en otras materias, como las reformas política, fiscal, hacendaria y financiera.

Pero hay otros elementos que debemos tener en cuenta que podrían convertirse en auténticas piedras en el camino de la reforma energética y la toma de decisiones podrían ser más difíciles de lo previsto.


Por lo pronto, en este momento, los mexicanos ya tenemos 3 propuestas de reforma energética, la que el PAN presentó hace unas semanas, la del gobierno federal que se presentó la semana pasada y la del PRD que se hizo pública el lunes a través de la presentación que hizo el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas.

Las menciones sobre el General Lázaro Cárdenas que el Presidente Peña Nieto realizó durante la presentación de su iniciativa de reforma energética, motivaron una participación política más activa del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, quien llevará la voz cantante de la izquierda durante este proceso. Por lo pronto, ellos dicen no a las reformas constitucionales y si a la modificación de leyes secundarias.

El procedimiento a seguir, será conjugar de forma armónica estas 3 propuestas diferentes en materia energética. El camino no será fácil, la izquierda mexicana está pidiendo un referéndum en la materia. Además, el sendero de la reforma energética está minado, contienen auténticas bombas que están a punto de explotar, principalmente en el ámbito social y económico. 

En el aspecto social, tenemos a un magisterio luchando contra la reforma educativa, las policías comunitarias, los rechazados de la educación superior, el número creciente de pobres de este país y, por supuesto, el crecimiento de la delincuencia. Territorios como Michoacán y Guerrero son ejemplos de toda esta problemática social.

En materia económica, el panorama luce verdaderamente complicado. La economía mexicana se encuentra en fuerte y profundo bache. La producción industrial sigue cayendo y los servicios muestran el efecto de los choques externos y fiscales que afectaron a la economía en el primer semestre de 2013. En lo que va del año, más de 1,500 millones de dólares se fueron a zonas bursátiles más seguras.

El PIB muestra un crecimiento negativo en el segundo trimestre de 2013, al grado que hace dos días, la Secretaría de Hacienda se vio obligada a reducir de 3.1 a 1.8 por ciento su previsión de crecimiento para este año. Las perspectivas económicas del 2014 no son mejores, salvo que suceda mayor crecimiento en la economía mundial. 

Si la economía no avanza, pues no habrá dinero suficiente para los programas que el gobierno federal ha puesto en marcha, como la cruzada contra el hambre, la reforma educativa o para ejecutar los proyectos incorporados en el Programa Nacional de Infraestructura. 

Algunos analistas nacionales consideran que la reforma energética podría generar esos recursos que México necesita. Caso contrario, si se quiere crecer, se tendría que elevar impuestos, como el del IVA en alimentos y medicinas y cambiar las metas de los proyectos presidenciales. Deberían darle ese petate a otro muerto, a mí no. Considero que con solo quitar tratos fiscales especiales a los grandes contribuyentes, sería suficiente para tener dinero en este país.

Por ello, considero que la discusión de la reforma energética debería circular más por la vía primordial, que es precisamente la generación de energía que la sociedad necesita.

Actualmente, México produce 2,5 millones de barriles diarios de petróleo, pero necesita más. Los pozos se agotan y el petróleo nuevo con posibilidades de extraerlo se encuentra en aguas profundas. Si no avanza rápido, esas posibilidades se agotarán, porque los estados unidos tienen metido un popote en esos mantos petroleros.

Esas son reservas potenciales muy importantes, pero no se puede esperar a que Pemex tenga la capacidad, la tecnología y el dinero para aprovecharlas. La disyuntiva es si las aprovecha México o los estados unidos. 

La mayor parte de la gasolina que consume México se manda a fabricar en refinerías privadas de estados unidos, porque aquí no hay capacidad para abastecer las necesidades del mercado. De importar el 25% de las gasolinas, hoy estamos importando el 50%. Esta tendencia es preocupante. Pero el caso del gas es dramático. Hoy día estamos importando el 33% del gas que se consume en este país.

Entonces, la discusión debería centrarse en producir más y más barato. Si ese fuera el punto, pronto ya no tendríamos los famosos gasolinazos mensuales, que nos duelen hasta lo más profundo. Pero eso, desafortunadamente, nadie lo ha dicho.

Comentarios al Correo electrónico: jaquinom23@hotmail.com. Twitter @jaquinom23.  http://jacobaquino.blogspot.mx/


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